sábado, 18 de junio de 2011

Lo dijimos hace más de un año y con las mismas palabras.

 La Academia Nacional de Ciencias de Estados Unidos destacó recientemente en un informe de evaluación de riesgo realizado a petición de la Nasa que, de darse el caso, "la distribución de agua se vería afectada; habría carencia de alimentos y de medicamentos perecederos en 12-24 horas y también pérdida de acondicionadores de aire y aparatos de calefacción, además de problemas en los drenajes, en el servicio telefónico, en el suministro de combustible, etc.", . Además de  las consecuencias que  pudiera desencadenar en  centrales nucleares fuera de control y carentes de refrigeración. Según los cálculos realizados por la Academia de Ciencias, un catástrofe de este tipo significaría "de uno a dos billones de dólares en daños a la infraestructura de alta tecnología de la sociedad y se requeriría de cuatro a diez años para una completa recuperación". "La electricidad es la tecnología que representa la piedra angular de la sociedad moderna, de la cual dependen, prácticamente, todas las demás infraestructuras y servicios", apunta el mismo informe.
No deberíamos esperar más, comencemos a prepararnos más allá de las diferencias, de la pedantería de algunos y de la estupidez de otros.

miércoles, 15 de junio de 2011

Protocolo para desastres...


Y te dije Juan que te prepararas, y el caso omiso se hizo una costumbre. Dejar para después se volvió hábito. Creer que no te pasaría una convicción...

miércoles, 8 de junio de 2011

Abran los paraguas para plasma solar!!!!!!


El Sol lanza una gigantesca llamarada diez veces el tamaño de la Tierra
Una llamarada solar del tipo M-2 (de intensidad media) fue detectada ayer por la mañana por el Solar Dynamics Observatory, de la NASA. Tras el fogonazo se produjo una eyección de masa coronal (CME) enorme (diez veces el tamaño de la Tierra) pero que, sorprendentemente, no fue eyectada al espacio sino que, en su mayor parte, volvió a caer sobre la superficie del Sol en forma de una impresionante lluvia de fuego.
FUENTE | ABC Periódico Electrónico S.A.08/06/2011
"Nunca había visto antes algo parecido", asegura el físico solar de la NASA Jack Ireland. El resto de ese material (miles de millones de toneladas de partículas cargadas) llegará entre hoy y mañana a nuestro planeta, aunque no se espera que cause daños a satélites y sistemas de comunicaciones.

El evento, que duró más de tres horas, ha sorprendido a los expertos por varias razones. La llamarada solar en sí, aunque potente, no habría sido digna de mención si no fuera porque la eyección de masa asociada fue desproporcionadamente grande. De hecho, creció hasta superar más de diez veces el tamaño terrestre, una respuesta inusual para un "fogonazo" que se puede considerar ordinario.
LLUVIA ARDIENTE

Además, y a diferencia de la inmensa mayoría de las eyecciones de masa coronal, que atraviesan limpiamente el campo magnético solar y escapan al espacio, en esta ocasión el plasma volvió a caer sobre el Sol, en una especie de lluvia ardiente que cubrió casi la mitad del diámetro del astro rey. "La parte extraña de este evento -explica Ireland- es precisamente que un montón de material volvió a caer e interactuó con la superficie del Sol de un modo realmente espectacular".

En efecto, en lugar de caer a plomo, como hace la lluvia cuando es atraída por la fuerza de la gravedad, el plasma se precipitó siguiendo las líneas de invisibles campos magnéticos y una buena parte cayó directamente hacia las brillantes manchas que los astrónomos conocen como "regiones activas". "Parecía que un montón de material iba a caer a plomo, pero de repente se desvió hacia las regiones activas. El campo magnético de las regiones activas aspiró el plasma hacia su interior. Es algo que no había visto nunca".
VIAJA HACIA NOSOTROS

Debido al hecho de que la mayor parte del material eyectado volvió a caer al Sol, y a que la llamarada no apuntaba directamente hacia la Tierra, sólo una parte de la eyección de masa coronal alcanzará nuestro planeta. La NASA espera que el plasma interactúe con el campo magnético terrestre a última hora de hoy o mañana temprano.

El plasma viaja hacia nosotros a una velocidad de 1.400 km por segundo o, lo que es lo mismo, a algo más de cinco millones de km. por hora. Cuando nos alcance, no causará daños en satélites ni en sistemas eléctricos o de comunicaciones. Eso sí, nos ofrecerá todo un espectáculo en forma de auroras boreales. 

miércoles, 1 de junio de 2011

Energía sin contaminación.


Energía termosolar las 24 horas del día
Tarde o temprano, las renovables serán las protagonistas del mix energético. Para lograr un sistema fiable, seguro y rentable, que permita que en todos los hogares se tome el café caliente por la mañana con energía limpia, resulta esencial poder almacenarla para cuando no sople el viento o no haya sol.
FUENTE | La Razón digit@l31/05/2011
Y ese momento ha llegado. La planta termosolar Gemasolar, ubicada en Fuentes de Andalucía (Sevilla), acaba de iniciar su operación comercial. Esta planta de energía solar por concentración es la primera del mundo de tecnología de torre central con receptor de sales fundidas que permite el almacenamiento térmico de la energía.

Es decir, que producirá electricidad las 24 horas al día en los meses de más calor, "desde mayo a septiembre. Y de media anual -teniendo en cuenta los días en los que el sol no brilla precisamente-, estará en funcionamiento generando electricidad 6.400 horas equivalentes al año. Así que funcionará el 73 por ciento del año", explica Santiago Arias, director técnico de Torresol Energy OM, compañía propietaria de Gemasolar (que es un 60 por ciento de la empresa española Sener y en un 40 por ciento de Masdar, de Abu Dabi).

Dotada de 19,9 megavatios (MW) de potencia instalada, sus 2.650 espejos de planos (heliostatos) de 110 metros cuadrados cada uno (como un piso, pero de los de antes) permitirán producir unos 110 gigavatios hora al año (GWh); energía suficiente para suministrar electricidad a 25.000 hogares. Para ello, los miles de espejos estarán ubicados "los más cercanos a 200 metros del punto focal de la torre, y los más lejanos, a un kilómetro. Por cierto que la torre de 140 metros de altura es también el edificio más alto de Andalucía", dice Arias.

CÓMO FUNCIONA 

El funcionamiento de esta planta, que evitará la emisión anual de más de 30.000 toneladas de dióxido de carbono (CO2), es relativamente sencillo, al menos tal y como lo explica el director técnico. "Imagínate que todos los alumnos de una clase se pusieran de acuerdo para cegar a una profesora con un espejo cada uno. Pues así funciona básicamente. Los casi 300.000 metros cuadrados de cristal de espejo, colocados cada uno de ellos en un ángulo determinado para reflejar la luz, la concentran en la superficie de la torre, elevando la temperatura a miles de grados. Pero no dejamos que se caliente tanto, sino que la refrigeramos con sales fundidas que absorben el calor y se lo llevan a un tanque", detalla.

"Entonces la planta -prosigue-, deja de ser solar y se convierte en térmica. Tras enlatar el calor en un tanque, se bombean las sales calientes a un intercambiador de calor por agua (como si fuera un radiador) y ceden el calor para producir vapor que mueve la turbina y permite generar electricidad". Para ello, no es necesario un inversor, sino que la instalación tiene un alternador que produce directamente en corriente alterna.

"Esta técnica es relativamente barata o asumible por las centrales", tal y como explicó hace un par de meses a A Tu Salud Verde Enrique Soria, del Centro de Investigaciones Energéticas, Medioambientales y Tecnológicas (Ciemat). Aunque la inversión alcanza una cifra que asombra: "más de 200 millones de euros", según Arias.

Durante la construcción de Gemasolar, se ha requerido la mano de obra de unos 400 trabajadores. Hoy, tras su puesta en marcha, esa cifra baja hasta la treintena de empleados directos a la que habría que sumar los subcontratados, ya que la planta está muy automatizada. Salvo en su limpieza, algo que resulta esencial en este tipo de plantas, ya que puede conllevar pérdidas importantes. De ahí que un equipo vaya a limpiar todos los días y a todas horas los 2.650 heliostatos.

De llegar a buen puerto, este pionero proyecto no será el último. "Hemos detectado y apalabrado tres sitios en España para hacer plantas similares a Gemasolar. Pero estamos esperando a que el Consejo de Ministros apruebe el Real Decreto que nos permita saber cómo va a estar el panorama", afirma Arias en referencia al borrador del Plan de Energías Renovables 2011-2020 que se espera que sea aprobado este verano. Además, también pretenden construir en un futuro una planta notablemente más grande (de entre 50 y 100 MW) en Abu Dabi, y también tienen planes en EE.UU., aunque menos definidos.

Así que medidas para el almacenamiento de energía renovable hoy ya hay y mañana, sin duda, habrá más.

Autor:   Belén Tobalina


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